viernes, 29 de junio de 2012

iPhone, a 5 años del celular que cambió todo

iPhone, a 5 años del celular que cambió todo
La revolución comenzó a gestarse un 9 de enero de 2007, cuando Apple hizo oficial su iPhone. “Queremos reinventar el teléfono”, mencionó durante una extensa presentación ante miles de fanáticos en la Macworld, en San Francisco.

Su exposición fue brillante. Detalló paso por paso cómo eran los smartphones de la época y cómo la industria y los usuarios necesitaban un cambio. Generó expectativa. Dejó frases hoy célebres. Se quejó de los teclados de la época y aclaró que “nadie quiere un stylus; el mejor stylus es el dedo. Tenemos 10”.

El iPhone debutó en imágenes sobre la pantalla gigante que siempre acompañaba las presentaciones de Jobs. Su display estaba apagado. Cuando se iluminó y comenzó a mostrar su poder, el público terminó de estallar.

Pero Apple, fiel a sus principios, generó todavía más expectativa: el iPhone no saldría a la venta hasta el 29 de junio de 2007. Ese día comenzaba a venderse el iPhone en los EEUU. Los medios del mundo cubrieron el hecho con amplio interés cuando miles de fanáticos se agolparon en las puertas de cada tienda de Apple.

El plan de hacer del iPhone un éxito estaba en marcha. Dos años de desarrollo en extremo secreto habían trascurrido para que el teléfono que cambió para siempre a la industria saliera a la venta.

La revolución
El iPhone fue elegido en 2007 como el invento del año por la revista Time. A pesar de ser “demasiado grande, caro y no permitir usar el Outlook”, el equipo no encontró rivales en su campo.

El iPhone logró acercar al usuario común a un concepto que sólo los dueños de una Palm, BlackBerry u otro smartphone de la época podían entender: el teléfono es una computadora que puede ser llevada a cualquier lado.

Cuando Jobs tuvo en 2005 el sueño de crear un teléfono, “sólo” puso una exigencia: deberá tener un único botón.

El iPhone se presentó con su formato innovador, pantalla táctil, prescindiendo de un teclado físico y permitiendo navegar por internet como si de una pequeña computadora se tratara. También se podían recorrer ciudades con Google Maps, tocando suavemente el display. O descargar aplicaciones para hacer más funcional al equipo.

Jugar como si fuera una miniconsola; escuchar música como en un iPod; y, claro, hablar. A pesar de que su cámara de 2 megapíxeles no permitía grabar videos, el consumidor encontró en el equipo una manera de diferenciarse.

Al comparar el iPhone con los smartphones y celulares ícono de la época, la diferencia se aprecia al instante. Apple prescindió de teclados, antenas, pantallas pequeñas y todo aquello que resultara, en la visión de Jobs, complicado para el usuario final.

No importaba que fuera un producto caro y viniera con un contrato de permanencia en una operadora. Los dedos interactuando con la pantalla hacían único al teléfono y al usuario.

Cambio de mando
En 2007 existían varios celulares con pantallas táctiles, pero todas eran resistivas. Este tipo de display, entre otros aspectos, no es multitáctil. Debe ser manejada con un stylus o un dedo. Un toque por vez.

En 2007 se presentó el LG Prada, considerado el primer celular multitáctil gracias a su pantalla de tipo capacitiva. Pero, así como otros modelos ícono de la época, no pudo competir contra el planteo de Apple con su iPhone.

Tampoco pudieron otras. Nokia fue durante 14 años la líder indiscutida de la telefonía celular. Con numerosos modelos enfocados sobre todo a la gama media y baja, la compañía finlandesa no se sentiría amenazada. Su CEO reconoció ayer que no vieron la revolución acercarse.

En 2007 vendía el mítico N95 y un año después el 5800 XpressMusic con una generosa pantalla… resistiva.

Samsung tomó la posta de Nokia este año. La compañía surcoreana siempre apostó por lo mismo que su par finlandesa: equipos orientados al público masivo. Pero sí vio el cambio que propuso el iPhone en 2007.

Tardó algunos años en lograr acomodarse, pero lo hizo con su familia Galaxy.

“¿Qué me conviene? ¿iPhone, Galaxy SII o Motorola Razr?” es la pregunta que cualquier comprador se hace hoy en día. Y generalmente, el iPhone es el primero en ser mencionado.

Números en alza
A diferencia de sus competidoras, Apple logró insertarse en el competitivo mercado de fabricantes de celulares con un solo modelo. Desde 2007 las históricas empresas del sector comenzaron a mirar con recelo a la empresa de la manzanita.

Las miradas se hicieron más intensas cuando las ventas del iPhone no detuvieron su crecimiento. Hoy Apple mantiene en vilo a varias empresas porque desde 2007 en adelante cambió el sector: Palm desapareció, BlackBerry cedió su liderazgo en el segmento smartphones, Motorola debió dividirse y se vendió a Google.

Las aspiraciones de Jobs para el iPhone eran pobres si se las compara con lo que finalmente sucedió. En 2006 se vendieron en el mundo 957 millones de celulares y él aspiraba a tener el 1% del mercado (unos 10 millones de iPhones vendidos) en 2008 ya que, desde entonces lo decía, “tenemos el mejor producto del mercado”.

Entre junio y diciembre de 2007 se vendieron más de 1,3 millones de iPhone. En 2008 el número creció hasta más de 11,6 millones.

Durante el primer trimestre de 2012 Samsung vendió 93,5 millones de celulares frente a los 82,7 millones de Nokia. Apple, sólo con el iPhone, quedó en tercer lugar con 35 millones de unidades comercializadas. Esa cifra representa el 9,5% del mercado global de celulares.

En 2011 tenía el 6% y en 2010 el 3,4 por ciento. Siempre con un solo y codiciado modelo.

Desde que salió a la venta en 2007 se comercializaron poco más de 218 millones de iPhones.

La economía del iPhone
La última revolución del iPhone tiene que ver con haber creado una nueva economía: las aplicaciones.

Apple, como el resto de las compañías, ofrece un sistema de ganancias compartidas por cada app que se vende. Con más de 720 mil disponibles en la App Store, los desarrolladores ya recibieron u$s5.000 millones en ingresos.

Y dentro de ese grupo de desarrolladores hay reconocidos exponentes: Instagram, que fue comprada por Facebook en u$s1.000 millones; ZeptoLab, creadora del juego Cut the Rope, que ya ganó más de u$s3 millones…

Y la más destacada de todas es Rovio, dueña de la saga Angry Birds, juegos que fueron descargados más de 1.000 millones de veces y hoy hasta logran hacer publicidad en la Fórmula 1.

Rovio es la nueva niña mimada de Finlandia… país de donde también proviene Nokia.

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