Microsoft es el gran dominador dentro del mercado del software empresarial. Su plataforma de aplicaciones de ofimática Office está presente en un gran porcentaje de compañías. No obstante, eso no significa que la compañía de Redmond pueda sentirse confiada a largo plazo. Con la continua transición de los procesos informáticos a la nube, la firma de Windows está encontrando en Google un rival cada vez más temible. Microsoft no quiere perder su dominio y está llevando a cabo toda una serie de pasos para evitar que las compañías realicen una transición a la plataforma Google Apps.
De hecho, según relata The Wall Street Journal, Microsoft ha dado numerosos pasos en los últimos meses para evitar esta transición hacia la plataforma de su rival. Por un lado, se ha reducido el precio de su plataforma de ofimática en la nube Office 365, una versión de Office en la web que está anclada en un sistema a medio camino entre las aplicaciones de escritorio y la nube (por ejemplo, la mensajería y el trabajo colaborativo se realizan a través de la herramienta SharePoint). No obstante, el precio medio deGoogle Apps sigue estando por debajo de la mitad de lo que pagan los usuarios por Office 365.
Otro de los pasos que ha dado tiene que ver con los incentivos que ofrece vendedores que desplieganOffice 365 en las empresas por encima de lo que se ofrece cuando se despliega Google Apps. Maniobras competitivas que tienen mucho que ver con la preocupación que despierta en el seno de Microsoft el poder creciente de Google. Según datos de Gartner, Microsoft continúa vendiendo más de nueve de cada diez soluciones corporativas que se despliegan en el mundo empresarial, pero la realidad es diferente cuando nos fijamos en la tendencia que siguen las aplicaciones basadas en web.
En ese caso Google ya estaría logrando entre un tercio y la mitad de las nuevas adquisiciones que se realizan por parte de las empresas, un porcentaje considerable que explicaría la preocupación de Microsoft. Uno de los anuncios que más ha podido dañar en los últimos tiempos a la compañía de Windows ha sido la decisión de todo un peso pesado como el BBVA a la plataforma de Google, una transición que se terminará a lo largo de este año 2012.
Por otro lado, igual que los incentivos o el recorte de precios son decisiones agresivas pero habituales dentro de un mercado tan competitivo, lo que se entiende menos son algunas iniciativas que están fuera de lo que se podría considerar buen gusto en la competencia. Microsoft lanzó hace unos meses unacampaña publicitaria en la que ridiculizaba de una manera un tanto grotesca a los productos deGoogle. Campañas de este tipo solo sirven para demostrar el miedo que existe desde la compañía de que Google se convierta en un rival que pueda discutir su imperio del software. Se trata de un capítulo más en la guerra que mantienen Microsoft y Google en la mayoría de los mercados de la tecnología.
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